Por Fernando Vázquez Rigada
México se dirige a la quiebra.
Vuelve la pesadilla: devaluación, déficit, pérdida del
patrimonio.
La ruta es clara para el que quiera verla.
La economía es una ciencia
extremadamente compleja, pero al final, se reduce a un balance simple, que no
sencillo: ingresos y egresos.
Lo mismo que una persona, un
hogar o una empresa, un país quiebra cuando gasta más que lo que gana.
Y eso es justamente lo que
está haciendo el gobierno de Morena. Lo hizo desde el año pasado y será peor
este.
El presunto equilibrio fiscal
fue un engaño. El gasto en programas clientelares y en obras faraónicas se
disparó y peor: crecerá este año.
En 2019, los ingresos cayeron
con respecto a lo programado: el ISR -1.6%; el IVA, -3.7%; los ingresos
petroleros: -9.2%.
Pese a ello, el gabinete
morenista mantuvo, en apariencia, el objetivo de ingresos.
¿Cómo lo hizo?
Con un abuso y una
irresponsabilidad.
El abuso: la recaudación
creció 29% por concepto de IEPS, proveniente de combustibles. Bajó el precio
internacional pero aquí se mantuvo el precio de la gasolina porque de ahí
financian el derroche.
La irresponsabilidad: tomaron
125 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de Ingresos
Presupuestales, que les heredó el gobierno de Enrique Peña Nieto, para tiempos
de crisis.
Engulleron la mitad de ese
fondo en un año. Ahora van por más porque no tendrán los ingresos que esperan
pero el gasto crece.
Ojo. El gasto, no la
inversión: esa, la inversión pública, la recortaron el año pasado en alrededor
de 120 mil millones de pesos. Ahora la recortaron más. Bajaron la inversión en
salud 10% en términos reales. Desmantelaron el sistema de ciencia y tecnología.
Cerraron los comedores comunitarios, las estancias infantiles y los refugios
para mujeres golpeadas.
Este año será peor.
Los programas de apoyo en
efectivo engullen 344 mil millones de pesos. Se incrementa la inyección a Pemex
523 mil millones; a la refinería, 41 mil millones de pesos; a CFE 456 mil
millones; al Tren Maya, 30 mil 300 millones; a Santa Lucía, más de 20 mil (5
mil 372 de presupuesto más 15 mil millones del fideicomiso aeroportuario que
dejó Peña).
El compromiso de dar salud
gratis a todos costaría 800 mil millones de pesos anuales, según el Centro de
Investigación Económica y Presupuestaria. Para cumplir tienen 40 mil.
¿Cómo lo van a pagar?
Simple: no pueden.
El presupuesto se basó en dos
ficciones. Crecimiento y petróleo.
Aún hoy, Morena estima sus
ingresos con base en un crecimiento de 2%: los analistas dicen que será de 1%.
Anote esta cifra: por cada
décima menos de crecimiento, el gobierno deja de ingresar 27 mil millones de
pesos. Ya vamos abajo en 270 mil millones.
Ahora el petróleo: Morena
estimó sus ingresos rezando para que PEMEX extraiga 1 millón 951 mil barriles
de petróleo diarios. El año pasado lograron producir sólo 1 millón 661 mil
barriles: la peor en 40 años. Previeron un precio de 49 dólares el barril y está
en 45. Cada dólar abajo implica 13 mil millones de pesos de ingreso.
López Obrador está tomando
dinero de donde puede y no debe. Del total del presupuesto, 4 de cada 5 pesos
están comprometidos: a pensiones, a los estados y municipios, a pago de deuda,
etc. El peso restante es para financiar a todo el gobierno federal:
secretarías, programas, sueldos. Lo que no está comprometido es poco, muy poco.
Los números no dan.
¿Cómo podría el gobierno
sostener las finanzas?
Recortando el gasto, pero no
lo hará.
Aumentando ingresos: ya
dijeron que meterán otra vez mano al Fondo de Estabilización, van a rifar el
avión y a vender las embajadas (no, no es broma). También vendrá un apretón
fiscal contra los mismos y, claro, pueden endeudarse.
Pero al final, tarde o
temprano, la familia del apostador termina perdiéndolo todo.
Los datos son fríos, cuando
son reales. Ahí están. No hay duda. De no cambiar, viene la quiebra del país.
Y no cambiarán.
@fvazquezrig
https://fernandovazquezrigada.com/2020/02/09/la-quiebra-que-viene/