El presidente Andrés López Obrador ha abusado de su
poder al ordenar a sus subordinados que no cumplan con los mandatos de la
última reforma al Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y las leyes secundarias reglamentarias.
“Me dirijo a la Secretaria de Gobernación, al
Secretario de Educación Pública, al Secretario de Hacienda, para detener… Dejar
sin efecto las medidas que contempla la mal llamada Reforma Educativa”, dijo en
un vídeo que subió a su cuenta de Twitter.
“Todo estos mientras en el Congreso se resuelve lo
de la reforma a la Constitución, a las leyes, para garantizar la educación
pública, laica y cultural (sic) Gratuita de calidad en todos los niveles
escolares.
“Estoy aquí recomendando que, se reinstale a los
maestros cesados, injustamente encarcelados y, estoy planteando también que se
reconozca… Eh… Todo el daño que causaron las anteriores autoridades, que haya
una ‘indemnización’ (sic) para familiares de quienes perdieron la vida
luchando, en este caso oponiéndose a la mal llamada reforma educativa”, aseguró
López.
El memorándum, aunque sólo “recomienda” revertir un
mandato constitucional, se trata de una orden ejecutiva porque la dirige a sus
subordinados.
El presidente López carece de facultades legales
para ordenar que no se cumpla una ley, y por contrario está obligado a
cumplirlas y hacer que se cumplan, sean de su administración o una anterior.
Con este golpe al Estado de Derecho, López incumple
la protesta que hizo al asumir como Presidente Constitucional de los Estados Un
idos Mexicanos, comete un desacato a la ley y un abuso de autoridad al ordenar
a su subordinado son cumplir con la ley y además desacata el Artículo 16 de la
Construcción.
El ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, José Ramón Cossío D. dijo en Twitter que “el artículo 16
constitucional dispone que todo acto de autoridad debe estar fundado y motivado
y ser emitido por autoridad competente. Va a ser interesante ver el fundamento
de esta orden”.
“Con un simple memorándum, el presidente decidió
violar la Constitución y no cumplir con lo establecido en el artículo 3° y
diversas leyes reglamentarias. Esto es muy grave pues con la misma mecánica
puede decidir qué artículos de la Constitución se cumplirán y cuáles no”,
afirmó el catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Isaac Katz.
Artículo
87. “El Presidente, al tomar posesión de su cargo, prestará ante el Congreso de
la Unión o ante la Comisión Permanente, en los recesos de aquél, la siguiente
protesta: "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal
y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha
conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no
lo hiciere que la Nación me lo demande." Si por cualquier circunstancia el
Presidente no pudiere rendir la protesta en los términos del párrafo anterior,
lo hará de inmediato ante las Mesas Directivas de las Cámaras del Congreso de
la Unión. En caso de que el Presidente no pudiere rendir la protesta ante el
Congreso de la Unión, ante la Comisión Permanente o ante las Mesas Directivas
de las Cámaras del Congreso de la Unión lo hará de inmediato ante el Presidente
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
El
presidente de la República intenta fundar un “nuevo” instituto de seguridad
social, fusionando programas e instituciones existentes; construir un
ferrocarril transístmico que ya opera, ampliar la carretera paralela que es la
más insegura del país.
Todos los días en sus reuniones
matinales de verborrea, preguntas anodinas y uno que otro cuestionamiento ante
los cuales replica con indignación de “señoritingo”, Andrés López Obrador
intenta que la opinión púbica crea que rectifica a la Nación, termina con la
delincuencia y la corrupción e inicia una era de progreso nunca vista.
Además, proyecta una refinería de
petróleo con una viabilidad del dos por ciento y un ferrocarril transpeninsular
que despertará una ruda oposición de ecologistas, núcleos indígenas y de
agricultores, y de cuya viabilidad económica nada se sabe.
También intenta construir un
aeropuerto lejano a la capital y al actual aeropuerto, con el cual debiera
fusionarse, con la intención de mejorar la ya rebasada capacidad de tráfico
aérea de la capital mexicana, hecho que ha sido cuestionado por los expertos
mundiales en aeronavegación.
Logró erigir una Guardia Nacional
militarizada, la cual debe sustituye a la Policía Federal cuyo mayor problema
era no estar debidamente certificada, y a los destacamentos del Ejército y la
Marina Armada que hace años han tenido en sus manos la seguridad pública del
país, la cual ha seguido debilitándose en los ya casi cinco meses de la “Cuarta
Transformación” debido a que solamente se atacan los síntomas y no la
enfermedad.
Ha revuelto al país para votar una
Reforma educativa innecesaria como tal, simple y sencillamente para abrogar lo
que había sido hecho con un encomiable consenso político que él, López, no ha
podido lograr para ninguno de sus proyectos.
Y nos cambia gato por liebre e informa
cifras tan falaces como las que solían informar los gobiernos del viejo PRI,
antes de que la Transparencia los obligara a ser más realistas.
Para justificar la construcción poco
viable de un aeropuerto lejano sobre la ex cuenca de un lago, abandonó la obra
de infraestructura con mayor viabilidad económica en México desde que Porfirio
Díaz se empeñó en construir las principales vías del ferrocarril mexicano, que
fundó metrópolis como Torreón- Gómez Palacio y que sirvió para hacer la
Revolución.
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