Por Lic.
Pedro G. García Rementería.
Cada
cuatro años, el mundo gira en torno a un balón de fútbol. Las selecciones nacionales
de futbol de todo el planeta comienzan su travesía hacia el viaje final, la
Copa del Mundo. Este año, este evento televisivo con cobertura en todo el mundo se lleva a cabo en Brasil. 32
equipos divididos en 8 grupos están luchando para vencer a sus contrapartes
para convertirse en el mejor de todos.
Durante
estos torneos, siempre podemos ver tres tipos diferentes de competidores, los "Contendientes", entre los que
encontramos a equipos como Brasil, Alemania, España, Argentina, Países Bajos e
Italia; estos equipos se consideran como los que van a estar luchando hasta el
final para convertirse en campeones del mundo.
Los
"Participantes", aquí nos encontramos con equipos que están
dispuestos a hacer un buen torneo llegando a su mejor participación histórica,
entre estas selecciones tenemos a Colombia, Estados Unidos, Nigeria,
Eslovaquia, Portugal y Ecuador.
También
hay equipos que se consideran como "Invitados", estos son los equipos
que con el sólo haber logrado a un lugar dentro los 32 equipos finalistas ya
han triunfado. Aquí nos encontramos con equipos como Australia, Honduras,
Grecia, Irán y Argelia. El propósito final de estos equipos es disfrutar la
experiencia y buscar su mejor participación en su historia, además de tener una
participación que sea motivo de orgullo nacional.
El caso
de la Selección Nacional de México es diferente del resto de los equipos. A
pesar de que México nunca ha jugado un quinto partido en Copas del Mundo y
aunque no es considerada como una de las selecciones contendientes, los aficionados,
tanto los que viven en México como los que lo hacen en el extranjero, los
periodistas, los miembros de la Federación Mexicana de Fútbol, ex-entrenadores
y ex-jugadores, siguen creyendo que "la Copa del Mundo actual, es en
realidad el Mundial de México"; no importa que en la ronda anterior, en la
fase de clasificación, haya sido como siempre un desastre. La ronda clasificatoria
de México a Brasil 2014 implicó un "re-pechaje" contra Nueva Zelanda,
el paso de cuatro entrenadores y más de 150 jugadores que fueron "probados"
para ver si tenían lo que se necesita para estar en una Copa del Mundo.
No
importando quién sea el entrenador, ni los jugadores involucrados, la Selección
Mexicana continúa "sufriendo" para pasar la ronda clasificatoria,
pero no interesa, los aficionados están ahí para apoyar siempre al equipo.
Históricamente México ha sufrido siempre cuando de calificar se trata y tan es
así que incluso ha sido "eliminado" de 2 Copas del Mundo en el pasado
(Alemania 1974 y España 1982), pero la fe de sus aficionados no disminuye. Los
aficionados de México sin importar nada, siempre están ahí para apoyar a su
equipo aún cuando las probabilidades estén en su contra y aún cuando su equipo
esté lleno de “divas” que sólo buscan promover su imagen en vez de jugar con
todo su corazón y su espíritu.
Cada
cuatro años, la especulación rodea a la Copa del Mundo, ya sea que la gente
hable de un jugador o de un equipo. Para Brasil 2014 hay dos principales especulaciones,
por un lado, el "fantasma" de la tragedia de Brasil, conocida como el
"Maracanazo", sigue "rondando" el medio ambiente. Los
expertos, ex entrenadores, ex jugadores, cronistas deportivos, chamanes y la
gente en general siempre están "recordando" la decepción sufrida por
los brasileños cuando su selección nacional de fútbol perdió el título ante
Uruguay en la Copa del Mundo celebrada en Brasil en 1950. La especulación se eleva
a medida que la gente habla sobre el evento porque quieren saber si el Equipo
Nacional de Brasil va a ser capaz de superar el "fantasma del Maracanazo"
y convertirse en campeones del mundo por sexta vez, ahora siendo anfitriones.
Por otro
lado, la gente siempre está especulando sobre quién el jugador más valioso de
la copa; todo el mundo se pregunta si, será Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar o
alguien más quién va a destacar como el mejor jugador del torneo. Las teorías sobre
este tema, no se basan en sus posibilidades reales de destacarse por su
desempeño personal o el de su equipo, sino en el gusto de los aficionados; la
gente sólo vitorea a quien ellos consideran el mejor jugador y ellos lo quieren
ver como el mejor.
Las
expectativas de los equipos y de los jugadores, más allá de los números, de las
estadísticas, de las cualidades y aptitudes de los equipos y jugadores, siempre
va ligada al deseo personal del aficionado, no está basada en datos reales,
sino en el sentimiento de cada uno de los individuos compartiendo su opinión.
Por eso,
al llegar el momento de que ruede el balón, los equipos iniciarán una odisea
hacia el campeonato, mientras los aficionados comenzarán su propio viacrucis de
angustia y decepción conforme el torneo vaya avanzando y los equipos vayan
quedando eliminados.
Al final,
no importando sí su selección avanza o es eliminada en las primeras instancias,
los aficionados al futbol siempre encuentran un equipo “alternativo” por el
cual sentir afinidad una vez que su equipo ha sido eliminado de la competencia.
¿Será Brasil el equipo a apoyar como sucede en todas las copas del mundo a
partir de México 70, o será alguien más el “nuevo” equipo de los mexicanos una
vez que el Tricolor sea eliminado? toda vez que México participa en el mismo
grupo que el anfitrión y una derrota ante la Verde Amarella, que se da por
sentada, podría ser el clavo con el cual finalmente se cierre el ataúd y por lo
tanto los aficionados mexicanos culpen a Brasil de su eliminación. Todas estas
dudas y especulaciones tendrán su respuesta al término de la final a
desarrollarse entre los dos mejores equipos del torneo, el 13 de julio del
2014.
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