El Presidente reelecto de
Francia, Enmanuel Macron, se enfrentó
con políticos de izquierda similares a los nuestros. A continuación lo
que les dijo después de una votación que le fue favorable:
"Hoy hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los progresistas. De esos que el pensamiento único es el del que todo lo sabe y que condena la política mientras la práctica.
Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el
que no quede lugar para la cultura: Desde 1968 no se podía hablar de
moral.
Nos impusieron el relativismo:
la idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que
el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar
a los malos estudiantes.
Nos hicieron creer que la
víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que
las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable.
El slogan era VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS
Quisieron terminar con la
escuela de excelencia y del civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética.
Una izquierda hipócrita que permitía
indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del
depredador sobre el emprendedor.
Esa izquierda está en la
política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto
al poder. La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que
rehabilitar la cultura del trabajo.
Dejaron sin poder a las
fuerzas del orden y crearon una frase: se ha abierto una fosa entre la policía
y la juventud: los vándalos son buenos y la policía es mala. Como si la
sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente.
Defienden los servicios
públicos pero jamás usan transporte colectivo. Aman mucho a la escuela pública
pero mandan a sus hijos a colegios privados. Adoran la periferia pero jamás
viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún invasor, pero no
aceptan que se instalen en su casa.
Son esos que han renunciado al
mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad y a la
república. Y con el mayor descaro se lucran de los bienes del Estado, y montan
hasta negocios con el dinero mal habido a la vista de todos de la manera más
cínica.
Hoy debemos volver a los
antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las
obligaciones antes que los derechos. Estos se ganan haciendo valer y respetar
los anteriores.
Emmanuel Macron
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