El Ejército
Mexicano es la rama terrestre de las Fuerzas armadas de México,
depende de la Secretaría de la Defensa Nacional y se encarga de
defender la soberanía del país, así como de ayudar a proteger la integridad de
sus habitantes. En la actualidad, el ejército mexicano cuenta con un aproximado
de 200 000 efectivos terrestres y 25 000 efectivos en la Fuerza Aérea.
En México el
Ejército ha evolucionado conforme a las necesidades y posibilidades económicas
del país. Antes de la existencia de México como país independiente, buena parte
de su territorio estuvo bajo el dominio Azteca y luego fue posesión
de la Corona de España. En ambos casos, las fuerzas armadas cumplían un
rol relevante en sus sociedades y contaban con sistemas establecidos de
reclutamiento y adiestramiento de tropas. El ejército MEXICANO ha llegado a ser
el lugar 14º del mundo por tropas, armamento etc., según las cifras de
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En la época
prehispánica en 1428 con la derrota de los tepanecas de
Azcapotzalco surge en el centro del país Triple Alianza, formada por los reinos
de México-Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba del que dependieron como
tributarios, 38 señoríos desde las costas del Golfo de México, hasta las
mesetas centro y sur del Anáhuac.
La civilización
mexica desplegó gran poderío social, económico y cultural, eminentemente
sacerdotal y guerrero, su ejército alcanzó organización y disciplina muy
desarrollada para su época, lo que incluía:
1. Instrucción
castrense: Entre los aztecas la preparación militar era obligatoria para los
jóvenes varones que recibían su educación de acuerdo a su estrato social, yendo
los nobles al Calmecac destinada a la formación de oficiales,
sacerdotes y gobernantes; los plebeyos acudían al Telpochcalli que
aportaba los contingentes para la defensa, la conquista y las guerras
floridas, cuyo único objetivo era capturar prisioneros dedicados al sacrificio.
La actividad bélica era el único camino para el ascenso social.
2. Organización
de los cuerpos armados: La décima parte de la población varonil servía en el
ejército, cada Calpulli o barrio formaba un escuadrón de entre 200 a
400 guerreros a cargo de un Tepochtlato, cada escuadrón se dividía en
escuadras de 20 guerreros a cargo de un Tiachcouh, los Tepochtlatos respondían
ante el Tlacocachcatl. Estos contingentes eran reforzados por un millar de
flecheros y otros mil canoeros, sumando entre todos unos ocho mil individuos.
Texcoco y tenía efectivos equiparables y Tacuba, dos mil. Los cuatro mayores
Calpullis tenían comisiones específicas en el Alto Mando, el mayor de todos
llamado Tlacatécatl se encargaba de la organización (por analogía era
como el Estado Mayor de un ejército moderno; los Pochteca tenían
asignadas las funciones de información, contra información y propaganda (lo que
hoy en día es espionaje e inteligencia), el Tlacatecuchtli se
encargaba de instrucción y operaciones, donde también participan los maestros
del Calmécac Tepochcalli, finalmente el Toyoyahuacatl se
encargaba de los servicios, abastecimientos y evacuaciones. dotadas de
unidades Tecoyahuacatl para adquisición depósito y reparto de
vestuario, víveres y otros abastecimientos, el Huitzináhuatl para la
inspección de tropas y materiales y tamemes para el transporte. El acopio y
suministro de armas lo realizaba cada Tlacocachcatl. Los aztecas tenían además
una compleja industria de fabricación de armas con talleres y obreros
especializados que almacenaban los recursos en los Tlacochcalco.
Contrario a los
señoríos débiles a los que dominaban, no construyeron fortificaciones
defensivas, mientras que los tlaxcaltecas, mixtecos y zapotecos usaban fosos y
parapetos, incluso recintos amurallados como Mitla y Xochicalco.
También es clara
la analogía de los mexicas con los ejércitos del Viejo Mundo como el orden y
seguridad de sus columnas y líneas, con determinantes de posición,
estacionamiento, detención y vigilancia; retirada, marcha y ataque (descubierta
ligera, seguida de la columna principal, cerrando el conjunto una reserva);
sitio y cerco, con tal intuición bélica que al arribo de los hispanos, les
permitió la rápida asimilación de algunos recursos y tácticas empleados por
estos, bajo ciertos límites.
Los españoles
después de la conquista establecieron un sistema militar radicado
en milicias, con un pequeño contingente que podía considerarse como
ejército regular. Los primeros contingentes fijos del Virreinato se
establecieron a partir de siglo XVII para custodia del Real Palacio y
protección de puertos y puntos clave fronterizos, asegurando el sometimiento de
los pueblos ocupados, rechazar incursiones de tribus nómadas y repeler
invasiones de otros países europeos si las hubiera.
Un cuerpo
desconocido hasta fechas recientes fue el Cuerpo de Presídiales o
"Cuerudos" ya que usaban como armadura una chaqueta de cuero de
cuatro a siete capas (De la cual solo queda como ejemplo el traje típico de los
Tamaulipecos), soldados de infantería, caballería, Artillería un capellán y por
cada 2000 soldados un cirujano (Desde 1765) quienes desde el primer presidio
(Fuertes de 50 a 400 militares, donde Vivian con sus familias) en Ojuelos,
Charcas y Tepic, avanzaron desde 1620 hasta 1810 en la Alta California, Texas,
Arizona, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sonora, Chihuahua y Nuevo México
colonizando nuevas tierras para la Corona. Estos cuerpos formados en su mayoría
por mestizos, hábiles jinetes y hombres indomables, se lanzaron a los combates contra
franceses, ingleses, comanches, rusos y piratas argentinos al grito de
"Santiago y a muerte". Existen múltiples batallas descritas de estos
cuerpos, una de estas unidades fue la que logró capturar a Miguel Hidalgo.
La verdadera
organización de un ejército colonial la realizó el Teniente General Juan
de Villalba en 1766 donde la alta oficialidad era designada por
las autoridades peninsulares y los mandos medios se reclutaban entre las
familias criollas (los próceres de la Independencia formaban parte de
la oficialidad de esas milicias), pero para hacerse de tropa primero se
recurrió al sorteo entre vecinos, que al no haber censos y si haber
ocultamiento de pobladores se echó mano del más perverso sistema, el
reclutamiento por leva, esto es el reclutamiento forzado, de individuos
que luego eran remitidos a los cuarteles, sistema que muchas veces se utilizó
para sistemas de venganza y despojo de bienes, así como eliminación de personas
indeseables para los poderosos. Este sistema se mantuvo durante toda la colonia
y sobrevivió en varias etapas del México independiente, fue de peso
preponderante en el porfiriato y aun se vio en la Revolución.
En esta etapa las
fuerzas se conformaron con base a la incorporación de voluntarios pero el germen
del ejército fueron los 8 sirvientes de Hidalgo, 70 presos liberados y unos
centenares de campesinos, empleados y artesanos, era el 16 de septiembre de 1810,
encabezados por el Cura como Generalísimo, por el Capitán General Ignacio
Allende y el Teniente General Mariano Abasolo.
La capacidad de
estos milicianos era sumamente limitada: el Generalísimo carecía de
conocimientos militares y sus inmediatos inferiores solo sabían de su
experiencia en escuadrones, si bien Ignacio Allende tenía considerable intuición
bélica, lo que les permitió cosechar grandes triunfos.
Sin una estructura
definida el ejército insurgente creció con rapidez, en San Miguel el
Grande ya eran 5,000, en Guanajuato 80,000 y si bien llegaron a
tener mayor cantidad de bocas de fuego que el ejército realista, estas eran
piezas mal fundidas y peor servidas.
Las operaciones
militares durante la Guerra de Independencia tuvieron cuatro etapas:
la primera con el Grito de Dolores bajo el mando de Hidalgo; la
segunda jefatura por José María Morelos, la tercera anárquica destacando
solamente la expedición de Francisco Javier Mina y la cuarta la
de Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.
Ejército
Trigarante.
Éste es el primer
ejército del México independiente y resultó de la fusión de las fuerzas armadas
realistas y los grupos guerrilleros insurgentes.
Era 1821 únicamente
quedaba el reducto insurgente de Vicente Guerrero en las montañas del sur, el
Virrey Juan Ruiz de Apodaca envió contra él al Coronel José
Gabriel de Armijo, quien fue reemplazado por el Coronel Agustín de
Iturbide quien le pidió a Apodaca grandes derramas de oro para sofocar la
rebelión, una vez en poder de los bienes y con el propósito insano de impedir
la instauración de en la Nueva España de la nueva constitución
liberal española y a fin de continuar con un régimen absolutista, pretextando
la independencia (ajena a la idea original) proclamó el Plan de Iguala por
lo que Guerrero y sus seguidores se le unieron, logrando después de siete meses
que el Teniente General don Juan O'Donojú, último Virrey nombrado por la Corona
Española con los Tratados de Córdoba reconociera Independencia y
Plan a la vez. El 27 de septiembre Iturbide entró a la cabeza
del Ejército Trigarante triunfalmente a la Ciudad de México. Se
trataba del primer ejército más o menos organizado del México Independiente,
con un número aproximado de 16 mil hombres, predominaba en él la vieja
oficialidad colonial que se inclinaba por defender una política centralista.
En lo que llegaba
un príncipe adecuado para gobernar al país, el plan proponía una la creación de
una "Junta Gubernativa", esta se estableció al día siguiente e
Iturbide fue nombrado Jefe Supremo de las Fuerzas de Mar y Tierra con el título
de Generalísimo Almirante organizando de inmediato la administración
pública con cuatro secretarías, una de ellas la de Guerra y
Marina cuyo primer titular nombrado el 4 de octubre de 1821 fue
el marino retirado Antonio de Medina Miranda que la organizó en 8
secciones: Infantería; Caballería; Artillería; Fortificación e Ingenieros;
Marina, Capitanías y Comandancias Generales; Presidios y Puntos Militares;
Militares Retirados y Hospitales; y, Montepíos, Pensiones y Premios.
Siendo casi una
copia del español, aumentándole solo el rango de Generalísimo se
conservó la escala jerárquica, la organización, el corte de uniformes y el
armamento. Solo se modificaron las divisas, el escudo de armas y las banderas y
sobre todo se siguió conservando la obligatoriedad de la pureza de
sangre para escalar las posiciones superiores.
El Alto mando
quedó integrado por el Generalísimo Iturbide, el Teniente General Pedro
Celestino Negrete, 5 Mariscales de Campo: Anastasio Bustamante, Luis
Quintanar, Vicente Guerrero, Manuel de la Sota Riva y Domingo
Estanislao Luaces y 11 Brigadieres: Antonio Cordero y Bustamante, Melchor
Álvarez, José Morán, Nicolás Bravo, José Joaquín de Herrera, José
Antonio de Echávarri, Miguel Barragán, José Joaquín Parrés, Juan
Horbegozo, José Antonio Andrade y Manuel María Torres Valdivia.
Este ejército,
acudiendo en forma tumultuaria frente al Palacio de Iturbide (Hoy Museo
Banamex), a los gritos del sargento Pio Marcha, proclamó el 18 de mayo de 1822, al
Generalísimo Iturbide como Primer Emperador de México, lo que dio origen al
Ejército Imperial Mexicano.
Ejército Imperial
Mexicano.
Tuvo solo dos
hechos brillantes, el 27 de octubre rechazaron el asalto de la armada
española guarecida en San Juan de Ulúa que pretendieron desembarcar
en Veracruz y la creación en octubre de 1822 de la Academia de
Cadetes, con apenas un comandante (Teniente) y once alumnos, que sería el
precedente de lo que hoy es el Colegio Militar, ubicándolo en el Castillo
de Perote Veracruz, iniciando la gloriosa tradición de esta Institución, de las
primeras en el continente.
Este enfrentó
la Guerra de Texas, la Guerra de los Pasteles y la Invasión
Estadounidense, siendo un ejército que resultó poco apto para el combate, y
según el historiador Vicente Riva Palacio, en su obra "México a través de
los Siglos", citado por Humberto Mussachio: sus jefes, más
preocupados por obtener empleos bien remunerados y otros privilegios,
principalmente Santa Anna actuaron, con sus excepciones,
impulsados por la cobardía y la traición y, pese al desastre que en términos
militares significó la guerra con los estadounidenses, la oficialidad continuó
como la principal fuerza política hasta el triunfo de la Revolución de
Ayutla, cuando un ejército popular, dirigido por viejos insurgentes o por
oficiales improvisados, echó del poder a Santa Anna, acabó con los fueros
militares y como Ejército Liberal combatió a los restos de sus
fuerzas que se reagrupaban una y otra vez como Ejército
Conservador hasta haber sufrido una derrota por los liberales durante las
guerras de Reforma.
El Colegio Militar
que servía como reducto y centro de formación para los conservadores fue
suprimido por los liberales en 1860. El Cuerpo de Élite del ejército
mexicano entre 1821 y 1870 fueron los Lanceros, tropas de caballería que
usaban la vieja y efectiva lanza en lugar de portar algún arma de fuego.
El Ejército
Liberal de extracción netamente popular fue quien enfrentó a los franceses,
quienes teniendo en ese entonces el aparato bélico más poderoso, no se
preocuparon en reorganizar y abastecer de pertrechos al Ejercito Conservador ya
que los veían como una amenaza y que en cualquier momento podrían pasarse al
bando contrario. Por otra parte el Ejército de Juárez opero como guerrilla ante
la incapacidad de hacerle frente a los franceses con tácticas de guerra convencional
dispersándose en pequeñas guerrillas que no dieron descanso a los invasores y
en la fase final se reagruparon.
Tras una larga
guerra, incapaces de dominar el territorio Mexicano, los franceses se vieron
obligados a salir de México y el ya derrotado Ejército Conservador sucumbió
en Querétaro, siendo entonces la República restaurada.
Sin restarle
mérito al Ejercito Liberal de esa época, no hay que olvidar que en estas fechas
los Estados Unidos de América se encontraban en su Guerra de Secesión,
motivo por el cual los franceses se aventuraron en esta Guerra; una
vez que los Estados Unidos de América derrotaron a los Estados
Confederados de América, los franceses se retiran, ya que de no hacerlo
entrarían en guerra ya no solo con México, sino que también se vislumbraba una
posible guerra con los Norteamericanos.
Los generales
triunfantes, con pleno dominio en las estructuras del ejército reabrieron el
Colegio Militar e hicieron sentir su influencia, sobre todo con las
declaratoria del Plan de La Noria y el Plan de Tuxtepec que
dieron origen a la conformación del Ejército Federal.
Ejército
Federal
Se estructuró con
la incorporación de los viejos militares liberales y no pocos conservadores,
integrado con tropas de leva y oficialidad educada en el Colegio Militar, así
como expertos asesores venidos del extranjero, principalmente de Alemania.
Este ejército conocido coloquialmente como porfiriano se dedicó a
mantener el orden y aplastar toda disidencia.
La rebelión maderista de 1910 dio cauce para la revelación de gran número de estrategas sin formación castrense como fueron Villa, Álvaro y Emiliano Zapata. Al producirse el golpe de estado de Victoriano Huerta, muchos oficiales del Ejército Federal con alto espíritu de principios democráticos, se incorporaron a las fuerzas revolucionarias, mismos que al año y medio del cuartelazo, vencieron al Ejército Federal y por medio de los Tratados de Teoloyucan le obligaron a disolverse. Estos ejércitos revolucionarios que lograron el eclipsamiento del viejo ejército que databa de los años de Juárez fueron:
El Cuerpo de Ejército del Noroeste Formado en 1914 a partir del dominio que en Sonora y Sinaloa tenía sobre las fuerzas militares el entonces jefe de la sección de guerra del gobierno de Sonora quien había combatido al Orozquismo.
La División del Norte es la formación
militar encabezada por el General Francisco Villa, que obtuvo importantes
triunfos en la lucha de la Revolución mexicana. La División del Norte se
componía sobre todo de gente del pueblo, rancheros, vaqueros, caporales y otros
elementos de la población rural del norte de México. También dio cabida a
miembros del ejército federal que lamentaban el asesinato de Francisco I.
Madero, por las fuerzas de Victoriano Huerta.El
Cuerpo de Ejército
del Noreste.
Poco comentado,
este grupo se formó en Tamaulipas con tropa al mando del General Pablo
González, esté propició las derrotas de Monterrey y toma, así como cooperó con
la toma de Torreón al mantener lejos al ejército federal de Pancho Villa,
Descendió por la Huasteca y tomó el norte de Veracruz y parte de San Luís
Potosí, es destacada la Batalla de Ébano donde se dio por segunda vez en el
mundo un bombardeo por medio de los aviones de la naciente Fuerza Aérea
Mexicana.
Fue un ejército organizado y liderado por el
General Emiliano Zapata en el Estado de Morelos, al sur de México. La causa
principal de Zapata fue la reforma agraria y la autoridad del ELS para que este
se convierta en uno de los primeros iniciadores de la Revolución mexicana.
Ejército
Constitucionalista
Para 1920 la
División del Norte había sido vencida en los campos de Celaya y La Piedad, a
Villa le sucederían una serie de derrotas en diversos estados de la república
que terminarían por retornar a Villa al estatus que tenía antes de la
revolución: bandolero; el Ejército Libertador del Sur iniciaba su ocaso debido
al asesinato de Zapata en Chinameca, Morelos; Venustiano
Carranza, en ese entonces, Presidente de México sería derrocado y
luego asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla por correligionarios
del Plan de Agua Prieta encabezado por Obregón; éste en la
presidencia coadyuvaría a elevar al Ejército Constitucionalista todavía más al
afrontar con éxito la asonada de Adolfo de la Huerta, luego, tras la
elección de Plutarco Elías Calles fue nombrado Secretario de
Guerra y Marina el General Joaquín Amaro que sabedor de que las
fuerzas armadas revolucionarias estaban todavía insuficientemente unificadas y
sin identidad nacional, como lo demostraron las revueltas de Arnulfo R.
Gómez en 1927 y la de Gonzalo Escobar en 1929, y
sin la suficiente preparación y disciplina demostrada durante el enfrentamiento
de la Guerra Cristera de carácter eminentemente religioso, inició una
serie de actividades que culminaron en la promulgación de leyes y reglamentos
para la institución militar.
El Ejército
Mexicano es pues resultado de la evolución natural de las fuerzas
revolucionarias emergidas del Ejército Constitucionalista al ser sometido éste
al programa de reorganización y modernización impuesto por el general Amaro;
tal programa incluyó la revalidación del grado para los altos oficiales,
imposición de disciplina principalmente entre generales y jefes,
profesionalizando los cuadros de jefes y clases, combatiendo la corrupción y
mejorando en todos sus sentidos los servicios del ejército. Además canalizó las
aspiraciones políticas de los excombatientes revolucionarios.
Para llevar a cabo
esta labor le favoreció su permanencia al frente de la Secretaría de Guerra y
Marina hasta 1931 y la fundación del Partido Nacional
Revolucionario que incluyó un sector militar que aglutinaba a los más
connotados e influyentes oficiales. Fue el mismo Amaro quien condujo las
actividades bélicas contra los Cristeros.
Después, al arribo
de Lázaro Cárdenas como presidente, en los primeros dos años (1934-1936),
sometió el mando de la secretaría y los mandos subordinados a un cambio
permanente hasta que dispuso de hombres de confianza que le permitieron afianzar
el poder, lo que le pudiendo enfrentar con éxito las intentonas golpistas
de Plutarco Elías Calles a quién logra exiliar el 1 de abril de 1936;
en 1937 se dispuso el cambio de nombre de la Secretaría de
Guerra y Marina al de Secretaría de la Defensa Nacional; finalmente
el alzamiento (último en la historia mexicana, pero trascendental por su
relación con la expropiación petrolera) de Saturnino Cedillo en 1938, así como unas
insubordinaciones de menor magnitud. La estructura del partido incluyendo el
sector militar continuó con la renovación al Partido de la Revolución Mexicana,
pero en diciembre de 1940 al inicio del sexenio de Manuel Ávila
Camacho quien fue el último general presidente, desapareció el sector
militar en el nuevo partido denominado Partido Revolucionario
Institucional y los soldados quedaron inscritos en otros sectores según
fuera la actividad que desempeñaran fuera del instituto armado. Es en 1941 en
que los mandos del entonces Departamento de Marina Nacional, dejan de depender
de la Secretaría de Guerra y Marina, creándose la Secretaría de Marina y
reduciéndose la injerencia del ejército en este menester.
En 1942 habiéndose
involucrado México en la II Guerra Mundial, Ávila Camacho llamó a
colaborar a los principales caudillos, como Cárdenas y Elías Calles y
reincorporó al servicio activos a otros generales.
En ese tiempo
Joaquín Amaro preparó el estudio “Problemas de nuestra defensa nacional”.
En 1952 fue presidente de la república un civil que durante el
movimiento armado había obtenido el grado de Capitán Primero, Adolfo Ruiz
Cortines cuyo opositor principal fue el General Miguel Henríquez Guzmán y
sus partidarios fueron objeto de represión.
De tal manera,
para dar cauce a las aspiraciones políticas de los militares oposicionistas se
fundó el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana desde el cual se
denunció la desviación del gobierno de los postulados revolucionarios de 1910.
El empleo del
ejército para tareas policíacas es tradicional en México debido a la limitada
capacidad de los cuerpos policiacos municipales y estatales, y en el sexenio
del presidente Adolfo López Mateos se utilizó en gran escala para
detener las movilizaciones pro-socialistas de trabajadores petroleros,
telegrafistas, maestros y otros sectores, el clímax de tales conflictos se vio
primeramente en el paro ferrocarrilero de 1958 cuando aparte de la
detención de los principales dirigentes Demetrio Vallejo y Valentín
Campa se dio por vez primera la requisa en que los uniformados se hicieron cargo
de un servicio manejado siempre por civiles, aun durante la revolución.
La segunda sucedió
diez años después con el presidente Gustavo Díaz Ordaz, el 2 de
octubre de 1968 el ejército vigilaba el progreso de una
manifestación estudiantil, ya que había sospechas de un levantamiento armado
que posiblemente utilizaba al movimiento como camuflaje y centro de
reclutamiento. En la plaza Tlatelolco donde se reunieron miles de estudiantes,
de pronto una ráfaga de balas proveniente de los edificios cercanos disperso la
manifestación, el ejército reacciono disparando a los agresores. En el fuego
cruzado varios estudiantes resultaron muertos siendo el saldo oficial
de decenas de muertos, mientras que las cifras de la prensa internacional
de esos días mencionaron cientos de muertos. Era Secretario de la Defensa
Nacional el General Marcelino García Barragán, a quien, según
diferentes versiones, intentaron convencer de que asumiera la presidencia ante
la manifiesta ineptitud de Díaz Ordaz para resolver políticamente los conflictos.
Si es que los hubo, García Barragán rechazó tajante tales ofrecimientos.
Actualmente es una fecha que se recuerda cada año con una ceremonia en
Tlatelolco, sobre todo por organizaciones político-civiles que se sienten
identificadas con movimiento estudiantil de la época. En otros países
situaciones similares han ocasionado caos social y revoluciones, pero pese a
las acusaciones y presiones políticas de diversos bandos sobre el culpable de
la tragedia, en general, el pueblo mexicano considero (y considera) este suceso
como un evento lamentable, que no tiene nada que ver que el actuar diario del
ejército mexicano, esto seguramente fue lo que evito mayores consecuencias
armadas derivadas del evento.
En el período
de Luis Echeverría Álvarez el ejército cobró vigencia de nuevo al
asumir el peso de la lucha contra la guerrilla rural que había surgido por
diferencias políticas. Desde 1977 disminuyó la función policiaca del
Ejército ante la reforma política que amplió las posibilidades de participación
electoral. En esos años se inició la construcción de las instalaciones
del Colegio Militar.
En 1994 el
Ejército Mexicano se enfrento contra el grupo subversivo llamado Ejército
Zapatista de Liberación Nacional durante 12 días, el EZLN (por sus siglas)
realmente era una guerrilla pequeña y poco armada comparada con el tamaño y
recursos del ejército mexicano. En este conflicto el enfrentamiento más fuerte
fue en el municipio de Ocosingo los días 3 y 4 de enero de 1994.
Terminados los enfrentamientos, el EZLN quedo reducido a zonas de apenas
algunos kilómetros en el estado de Chiapas, para evitar masacres (lo que
hubiera sucedido si se intentara eliminar por completo al movimiento), el
presidente ordeno un cese al fuego. Aunque durante años el EZLN ha procurado
ser identificado como un movimiento armado, realmente nunca hubo más combates,
nunca se expandió mas allá de las zonas de influencia en las que fue encerrado,
y actualmente prácticamente ha desaparecido tanto militarmente como
políticamente.
Hoy en día las
funciones principales en que se ha usado el Ejército Mexicano han sido el
combate a la producción y tráfico de estupefacientes y la ayuda a la
población en caso de desastres. Un hecho reciente, y ejemplo de la solidaridad
que caracteriza al Ejercito Mexicano moderno, es el apoyo que el Gobierno
Mexicano, mediante el Ejército, hizo a Estados Unidos durante la inundación de
Nueva Orleans. Las cocinas comunitarias del Ejercito Mexicano viajaron por
tierra a nueva Orleans para apoyar a varios miles de damnificados, siendo esta
la primera incursión militar-humanitaria de México a EEUU. Misiones similares
han sido efectuadas en diversas ocasiones por el Ejército Mexicano a diversos
países de América Latina y Asia, donde México ha enviado aviones y barcos con
ayuda alimenticia y medica, además del personal humano altamente capacitado que
forma al Ejercito Mexicano.
El Ejército
Mexicano es el único ejército en Latinoamérica que en más de tres
cuartos de siglo no ha sido protagonista de un golpe de estado, atribuido según
los estudiosos, de que su oficialidad no proviene de las capas oligárquicas,
sino del proletariado y los sectores sociales medios. Además, actualmente se considera
al Ejercito Mexicano, por los propios mexicanos, como la institución más
honesta y firme de todo el país.
En 2007 el
presidente Felipe Calderón ordeno al ejercito un combate frontal al
narcotráfico, esto ha aumentado drásticamente la presencia militar visible en
varios estados del país. Aunque internacionalmente esto es visto como un error
político dada la mala fama de los ejércitos alrededor del mundo, en México esto
ha sido bien visto por la población en general, quién prácticamente desconfía
mas de las policías locales que de la delincuencia misma. La presencia militar
en cierta forma da una sensación de mayor seguridad aunque esta no sea palpable
de inmediato. Y es que, se debe notar que salvo en ciertas ciudades, y por
periodos cortos de tiempo, el Ejército Mexicano actualmente no realiza labores
policiales de forma rutinaria, sus esfuerzos se enfocan en el narcotráfico y
quizás en combatir grupos armados que pueden o no apoyar a la delincuencia
organizada. Otro cambio de la administración de Felipe Calderón, es el permitir
a la mujer participar en todas las aéreas del ejercito, hasta la fecha
únicamente se permitía la participación de mujeres en las aéreas relacionadas
con la enfermería, con este cambio la presencia femenina dentro del ejército podría
aumentar drásticamente dentro de los próximos años, aunque habrá que esperar y
ver.
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